miércoles, 3 de diciembre de 2008
domingo, 21 de septiembre de 2008

De qué me hablas luz azul?
Luz lejana que cada cuanto estas aquí
tan brillante que vienes a recordarme
la promesa de una sonrisa.
Este lugar esta repleto de fugaces encuentros con historias.
A veces me cambias el sabor,
y los colores abundan:
es el ocaso.
Un ocaso apreciado desde el centro
Ocaso para observar los pasos
que trae un día más.
Sueños que mueren ahora
para darle paso a otros sueños
solo para tener una razon para abrir los ojos cada día
cada mañana
tener una excusa.
martes, 16 de septiembre de 2008
Fotos Sonoras (un cuentito)
Puse los audífonos en su lugar: mis orejas. Están ahí cada vez que necesito evadir los sonidos interiores, los de mis tripas hirviendo. Hoy no salí. Tenía una reunión con el club de las babosadas, pero creo que hoy no me sentí tan solo como para aguantármelo….
Busco en esos sonidos, algo más que excitación, buscó una emoción auténtica. Recuerdo que ella me dijo que en especial le gustaba este álbum. Trato de adivinar sus sonidos favoritos, trato de imaginar la forma en que me emocionaría si fuera como cuando joven, cuando la música me aliviaba.
Ha pasado el tiempo colgado del reloj, ha sido lento, sin embargo me siento viejo. Odio los calendarios y tengo que usarlos para trabajar. Que tontería que la gente normal siempre mide el tiempo como si fuera una carretera o una tela para hacer una cortina.
Esa canción en especial suena igual que muchas otras. La adelanto. Cuando joven siempre escuchaba música triste. Será porque era un muchacho triste. Y ahora, soy un viejo que no se emociona por nada. Sí, hay algo que me emociona, ver esas fotos de esa mujer, la que conoció al muchacho triste, esa que se fue hace tanto; y esta manía mía de pensar en función del tiempo. ¿Qué más da cuando se fue? Vuelve cuando quiero, cuando veo sus fotografías, cuando me hago un collage con copias de ellas. Cuando haga los más emocionantes sonidos con sus rasgos, con su sonrisa torcida, con el lunar sobre su labio. Ella vive aquí en sus fotos, aunque me amo cuando era un muchacho triste y ahora solo soy un viejo.
Busco en esos sonidos, algo más que excitación, buscó una emoción auténtica. Recuerdo que ella me dijo que en especial le gustaba este álbum. Trato de adivinar sus sonidos favoritos, trato de imaginar la forma en que me emocionaría si fuera como cuando joven, cuando la música me aliviaba.
Ha pasado el tiempo colgado del reloj, ha sido lento, sin embargo me siento viejo. Odio los calendarios y tengo que usarlos para trabajar. Que tontería que la gente normal siempre mide el tiempo como si fuera una carretera o una tela para hacer una cortina.
Esa canción en especial suena igual que muchas otras. La adelanto. Cuando joven siempre escuchaba música triste. Será porque era un muchacho triste. Y ahora, soy un viejo que no se emociona por nada. Sí, hay algo que me emociona, ver esas fotos de esa mujer, la que conoció al muchacho triste, esa que se fue hace tanto; y esta manía mía de pensar en función del tiempo. ¿Qué más da cuando se fue? Vuelve cuando quiero, cuando veo sus fotografías, cuando me hago un collage con copias de ellas. Cuando haga los más emocionantes sonidos con sus rasgos, con su sonrisa torcida, con el lunar sobre su labio. Ella vive aquí en sus fotos, aunque me amo cuando era un muchacho triste y ahora solo soy un viejo.
miércoles, 3 de septiembre de 2008
jueves, 28 de agosto de 2008
Escape
Suscribirse a:
Entradas (Atom)